Justo ahora no importa a qué hora leas esto, una mujer está siendo
violentada, o quizá en el peor de los casos asesinada.
Porque esa es nuestra realidad, tanto nacional como mundial. A la
mujer se le considera “El sexo débil” en varias culturas, pero lo cierto es que
en pleno siglo XXI, no deberíamos presenciar estos casos, ni mucho menos darlo
por alto.
Actualmente la mayoría de casos deja impunes a los agresores y los
agraviados no obtienen justicia.
Después de un análisis en el cual se señalaba que de cada 100 mujeres
violentadas en una relación, 94 sufren violencia emocional, 48 económica, 28
física, y 16 sexualmente, no cabe duda que esta situación no ha cambiado, más
bien ha empeorado, y esto hace que nos cuestionemos acerca de la razón por la
cual se da este problema. La mayoría podría buscar justificaciones, como la
cultura machista en la cual se crió la persona, o tal vez el hecho de que
aguanta todo el maltrato antes mencionado porque necesita ese sustento
económico para solventar tanto las necesidades propias como la de sus hijos si
en caso hubiera.
Pero, de qué sirve buscar un motivo que me permita explicar la razón de
tantas muertes o agresiones. Las personas estamos acostumbradas a justificar,
en vez de enfrentar nuestros errores y cambiar nuestra situación.
Ahora, todo en lo que a violencia de género se refiere, no va a acabar
si tanto la sociedad como el gobierno no hace nada para cambiarlo, y para erradicar
dicha problemática desde mi punto de vista, se debería empezar por el cambio
cultural, quitándole a la población la mentalidad de “el hombre manda en la
casa”. También se debería tomar en
cuenta la labor de las autoridades, ya que se muestra casi siempre la
negligencia de estos.
Digo todo esto basándome en los acontecimientos que han venido
ocurriendo en los últimos años. Si bien es cierto, este tipo de casos siempre
se han dado en nuestro país por diversos factores, últimamente se han dado de
forma más consecutiva, ruda e inhumana.
En conclusión, deberíamos frenar esta situación, buscando soluciones y
no explicaciones, concientizando a todas las generaciones, y haciendo cumplir las leyes.
AUTORA: JAZMIN DOÑES CACHIQUE
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